Recientemente ha sido el día del hermano y a mí, como buen desastre, se me olvidó felicitar al mío o al menos llamarle ese día y hacerle saber que sigue siendo un pilar importante para en mi vida. Porque es verdad que últimamente nos hemos distanciado un poco pero tener un hermano me ha marcado mi vida de cierta manera y en la mayoría de las ocasiones ha sido para mejor. Muchas cosas hubieran sido diferentes sin su apoyo. Cuando te planteas tener dos hijos también es bueno reflexionar sobre esto porque, ¿qué supone realmente tener un hermano?
¿Piensas lo que supone tener un hermano cuando te planteas un segundo hijo?
Estamos en el punto exacto de plantearnos tener o no un segundo hijo. Con la niña a punto de cumplir los cuatro años nos da mucha pereza volver a empezar con la etapa bebé que en nuestro caso fue algo dura. Vuelta a los pañales y a las noches sin dormir pero, sobre todo, vuelta a la etapa donde no podemos tener nuestra independencia de viajes o ratitos para nosotros. Sí, suena egoísta, pero me gusta plantearme todos los escenarios antes de tomar una decisión que marcará mi vida para siempre. Al otro lado de la balanza está pensar en lo que me supuso crecer con un hermano y si quiero privar a mi hija de ello. Hoy no estoy aquí para hablaros de si tener o no dos hijos, sino de lo que nos aporta realmente tener un hermano.
Mi experiencia como hermana pequeña
Nosotros somos chico y chica. Yo soy la pequeña. Nos llevamos dos años y crecimos jugando juntos. También peleándonos mucho y teniendo que compartir habitación hasta que me independicé de casa de mis padres. Os podéis imaginar la de discusiones que salieron de allí. Que si yo tengo que estudiar, yo quiero ver la tele, yo me quiero acostar temprano… la intimidad e independencia que tanto necesitaba la veía privada por tener que compartirlo todo con otra persona y con un chico para más inri. Quizá ése fue mi mayor pero. Soy familiar pero a la vez muy independiente y esos ratos para mí sola eran muy necesarios.
Siendo niños nos peleábamos muchísimo pero no podíamos estar el uno sin el otro. Desde muy pequeña mi hermano ha sido mi gran referencia en la vida. Un espejo en el que reflejarme. Si él hacía algo, yo quería hacerlo también hasta el punto de romperme la muñeca por seguirle. Si pasaba mucho sin verlo lo añoraba aunque luego volviéramos a la riñas. Cuando fuimos creciendo, lejos de distanciarnos nos unimos más. Quizá nos ayudó tener amigos en común. Pasó de ser mi hermano a mi amigo y confidente. ¿Seguíamos peleándonos? Seguro. Aún hoy tenemos visiones muy distintas de un sinfín de temas. Pero en los peores momentos de mi vida he recurrido a mi hermano y siempre ha estado ahí, como un ancla, o un faro que me hacía ver el camino correcto.
Sin embargo, cuando los dos hemos formado una familia, cuando tenemos niñas de la misma edad que tendrían que estar cansadas de pasar tiempo juntas, cuando ya se dejan a un lado las rencillas de adolescentes es cuando más distanciados estamos. Hemos tomado caminos diferentes y quizá no hemos sabido hablar claro y sinceramente de lo que nos estaba alejando. Dejadez, desidia o simplemente dejarnos llevar por la corriente del día a día hasta que el agujero ya se ha hecho difícil de cerrar. Y pese a todo, pese a esa distancia que nos hemos autoimpuesto mi hermano sigue ocupando un gran espacio en mi vida. Sé que en los malos momentos si lo necesito estará ahí, simplemente le echo de menos también en los buenos.
lo que supone tener un hermano
Después de toda esta reflexión que no esperaba exponer aquí pero que me ha salido sola, os enumero lo que supone para mí tener un hermano. Son cosas que también me planteo a la hora de pensar en si quiero tener un segundo hijo pero sobre todo, pienso en lo que supuso y supone para mí.
1.- Tener un hermano supone no estar solo.
Para mí eso es lo principal. Era mi compañero de batallas cuando éramos niños. No era yo frente a un mundo de adultos. Éramos los dos en casa, de vacaciones, en los viajes interminables en el coche… Y luego al crecer, tuvimos que enfrentarnos a una dura prueba cuando falleció nuestro padre. Mi hermano estaba fuera de España viaje y tardó en llegar un día. Soy una persona bastante fuerte y lo sobrellevé bastante bien, dadas las circunstancias, pero en cuanto le vi llegar sentí un alivio inexplicable. Era la única persona que entendía realmente cómo me sentía y a pesar de estar rodeada de gente que me quería, a quien más necesitaba tener cerca era a él. En ese momento, agradecí mucho no ser hija única.
2.- Amigo y compañero de juegos.
Un hermano es un compañero de batallas. Alguien que siempre está ahí. Con él juegas, te diviertes y llega a ser un gran amigo. Los niños necesitan estar rodeados de otros niños y aunque los hermanos inevitablemente se pelean también se quieren y les cuesta estar el uno sin el otro. Se podrá decir que es más fácil porque nos llevamos pocos años, pero también somos chica y chico y eso no supuso nunca un impedimento.
3.- Te sientes protector o protegido
En mi caso, al ser la menor me ocurrió lo segundo. Mi hermano siempre me ha defendido y ha velado por mí y yo me he sentido protegida en todo momento física y emocionalmente. Supongo que el hermano mayor se siente responsable y suele cuidar el pequeño aprendiendo a ser responsable de otra persona casi sin proponérselo.
4.- Aprendes a compartir y a desarrollar la empatía
Con la visión de un niño y no de adulto, sé que aprendí a tener que compartirlo todo desde muy pequeña. Con un hermano te haces menos egoísta y desarrollas mucho antes la empatía. Es fácil ponerse en la piel de alguien a quien quieres. En algún momento también leí que esa empatía que te despiertan los hermanos hace que sea más fácil hacer amigos. Eso supongo que depende mucho de la personalidad de cada uno pero sí estoy de acuerdo en que puede ayudar.
6.- Confidentes
Cada persona es un mundo y cada relación también. Durante todo el artículo yo estoy hablando de mi experiencia y como he dicho, aunque las cosas van cambiando mi hermano ha sido mi confidente. Me ha escuchado y he podido desahogarme en los malos momentos y he disfrutado con él de los buenos. Quizá no nos decíamos un ‘te quiero’ explícito pero siempre saber que hay una persona que pelearía por ti sin condiciones es muy reconfortante y transmite mucha tranquilidad a la vez que te da fuerzas para enfrentarte a los envites de la vida.
6.- Tienes sobrinos
Pues sí, es muy obvio pero hay que señalarlo. Tienes sobrinos. Y eso es un súper regalo. Un niño que te adora por el simple hecho de ser su tía y que hace muy fácil que le quieras de manera casi instantánea. Uno de los mejores regalos que me ha hecho mi hermano es mi sobrina y por eso sólo ya merece la pena no ser hijo único. Además que las celebraciones y cenas de Navidad se vuelven más interesantes.
Como ves, para mí todo son ventajas. Sé que en muchas familias los hermanos traen quebraderos de cabeza sobre todo cuando ya de adultos el egoísmo sale a flote. Pero si alguna vez me decido por tener un segundo hijo será sin duda para que mi niña pueda experimentar y disfrutar de todo lo que me supuso a mí tener un hermano.